
Absceso anorrectal y fístula anal ¿Qué son?
Absceso anorrectal:
- Dolor intenso, constante y pulsátil en la zona anal o glútea.
- Inflamación, enrojecimiento y calor local.
- Dificultad para sentarse o caminar.
- Fiebre y malestar general en casos avanzados.
- Sensación de masa o bulto que duele al tacto.
Fístula anal:
- Secreción de pus o líquido con mal olor cerca del ano.
- Dolor intermitente, especialmente al evacuar.
- Picazón o irritación constante en la región anal.
- Orificio visible o sensación de conducto bajo la piel.
Diagnóstico
El diagnóstico del absceso se basa en la exploración física directa, identificando la zona inflamada y dolorosa. En algunos casos, cuando el absceso es profundo, se puede requerir una ecografía endoanal o resonancia magnética.
Para la fístula anal, se evalúa la trayectoria del trayecto fistuloso. Puede requerirse una fistulografía, resonancia o exploración bajo anestesia para determinar su complejidad y planear el tratamiento quirúrgico adecuado.
Complicaciones si no se tratan
- Formación de fístula anal crónica, que drena pus de forma constante.
- Recurrencia del absceso si no se drena completamente.
- Diseminación de la infección hacia tejidos profundos (celulitis, necrosis).
- Incontinencia fecal, si la infección afecta los músculos del esfínter.
- Dolor constante, mal olor y afectación emocional por la incomodidad diaria.
Tratamiento
1. Absceso anorrectal:
- El único tratamiento definitivo es el drenaje quirúrgico.
- Se realiza bajo anestesia, es ambulatorio y alivia el dolor de forma inmediata.
- Nunca debe tratarse sólo con antibióticos o “reventarse en casa”, ya que puede empeorar.
2. Fístula anal:
- El tratamiento es quirúrgico, con distintas técnicas según su localización y complejidad:
- Fistulotomía (cuando es simple y superficial).
- Colocación de seton (en fístulas altas o complejas).
- Avance de colgajo o técnicas de cierre con sellantes (en casos especiales).
- El objetivo es cerrar la fístula sin dañar el control del esfínter.
Signos de alarma
Consulta urgente si presentas:
- Dolor anal intenso que no cede.
- Fiebre asociada a inflamación en la zona rectal.
- Secreción purulenta o sangrienta persistente.
- Bulto doloroso que crece rápidamente.
- Sensación de debilidad o mareo por fiebre o infección.
Importancia de la valoración especializada
Los abscesos y fístulas anales no desaparecen con antibióticos o remedios caseros. Requieren una evaluación por coloproctólogo para evitar complicaciones mayores y definir el tratamiento quirúrgico adecuado.
Si tienes dolor, secreción o una sensación anormal en el ano, consulta cuanto antes. Un diagnóstico claro y un manejo oportuno pueden evitar secuelas funcionales y molestias prolongadas.